domingo, 12 de julio de 2009

Codigos de Guerra

CODIGOS DE GUERRA
(Windtalkers – EE.UU. - 2002)

Dirigida por: John Woo
Escrita por: John Rice y Joe Batteer
Protagonizada por: Nicolas Cage (Joe Enders), Adam Beach (Ben Yahzee), Christian Slater (Pete Anderson), Roger Willie (Charlie Whitehorse), Peter Stormare (Hjelmstad), Noah Emmerich (Chick), Mark Ruffalo (Pappas), Brian Van Holt (Harrigan) y Frances O’Connor (Rita)
Distribuida por: 20th. Century Fox
Duración: 133 minutos
Estreno: 12 de septiembre de 2002


Toda historia que se precie de serlo, merece ser contada y en tal sentido, seguramente encontrará su público sin ningún tipo de problemas. Códigos de Guerra cuenta la historia de dos aborígenes norteamericanos - dentro de los cientos - que fueron reclutados, durante la Segunda Guerra Mundial y utilizados como comunicadores dentro del ejercito, a partir de un lenguaje indescifrable basado en su idioma de origen, el navajo. Gracias a la pericia de esos aguerridos combatientes, Norteamérica logró ganar varias posiciones dentro de un frente que se les presentaba adverso y que finalmente solo pudieron someter con el lanzamiento de las conocidas bombas sobra Hiroshima y Nagasaki.

En realidad, hubiera sido coherente que la producción se hubiera planteado de esta manera y tal vez se podría haber logrado un filme más que interesante, pero la realidad escapa un poco de estas expectativas y francamente la notable travesía de esos indios se ve camuflada dentro de la novela melodramática de un soldado norteamericano (Nicolas Cage), que luego de perder todo su batallón en una traumática misión, le es asignada la tarea de proteger al código cueste lo que cueste.

A partir de estas premisas, nos encontramos con el típico film al que John Woo nos tiene acostumbrado y viéndolo desde esa óptica no puede reprochársele nada. Las situaciones bélicas son un despliegue inconmensurable de explosiones, disparos, vuelos rasantes y muertes sangrientas; se recomienda para los fanáticos del género concurrir con chalecos o delantales para proteger su atuendo. La edición de efectos de sonido no tiene desperdicios, incluso admitiendo que por momentos puede crear movimientos sísmicos debajo de la butaca. Pero si solo debemos tomar estos como los elementos destacables dentro de la película, no alcanzan para sostener un final sumamente predecible, incluso para los menos experimentados.

Por otro lado, decir que una producción es mediocre solo por estas pautas, puede sonar pedante, por eso mismo, es recomendable a los espectadores, agudizar la vista, la memoria y seguramente podrán resaltar elementos que son habituales en las manufactura de Hollywood. En el recorrido de la trama, se observan situaciones de comicidad forzada, introspecciones que no llegan al clímax esperado y un exacerbado sentimiento nacionalista que llevará a los protagonistas a salvar sus diferencias e inesperadamente los llevará a la victoria a través de la inmolación.

Es entendible que luego de los hechos lamentables ocurridos durante el pasado año – S11 – el pueblo norteamericano necesite una fuerte inyección de nacionalismo, lo que inequívocamente lograra, pero no puede negarse que las corrientes actuaciones de dos consagrados como Cage y Slater y la mano avezada de Woo como director de acción, puedan entregarle al rodaje todas las ventajas para ser un éxito al rededor del Globo.

Sebastián Montagna
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